Decidí no regresar al salón después del breve encuentro con Saúl, al parecer no se había enterado de que abrirían hasta el domingo lo cual no me sorprendió mucho debido a que aún era un secreto a voces.
Caminé hacia los salones en los que impartían Psicología, a un lado del estacionamiento, necesitaba sentarme en algún lugar en el que pudiera pensar en todo lo que estaba viviendo además me sentía con demasiada tensión; sabía que estar encerrada en un salón no me serviría para tranquilizarme y podría perturbar a las personas con las que pasaría la noche.
Había decidido no preocuparme por nada y ser positiva pero en una situación así no lograba hacerlo. Recordaba que había quedado de ir con mis padres y mi hermano al cine; saqué mi celular de mi bolsillo y marqué el número de mi hermano... directo al buzón de voz. Decidí tratar nuevamente con el de mi padre y seguía pasando lo mismo.
Verifiqué la hora en mi reloj de pulsera, eran las 2 de la tarde, el tiempo había transcurrido sin percatarme, no podía salir de la prepa y no podía comunicarme con mi familia. Sentía la frustración en cada parte de mi cuerpo, no podía evitar sentirme aislada de todo aunque sabía que no era la única en esa situación.
Comenzó a invadirme el temor de que algo pudiera pasarles, sentí un gran nudo en mi garganta y poco a poco las lágrimas se desbordaban de mis ojos, resbalando por mis mejillas.Rodeé con mis brazos las rodillas y dejé que el llanto siguiera embargando todo mi ser. No recuerdo quién me había dicho que era bueno desahogarse si enfrentas una situación difícil pues así podrías ser más fuerte y puedes resistir la prueba.
Lloré en silencio tratando de ocultar mi rostro entre mi cabello evitando de esta manera las miradas curiosas de los que iban pasando por allí. Al poco rato sentí que alguien acariciaba tiernamente mi cabeza lo cual provocó que alzara el rostro para averiguar quien se había percatado de mi estado de ánimo.
-¿Te encuentras bien?-inquirió con la preocupación surcando su rostro al ver las lágrimas-Beth… ¿deseas hablar?-al decir esto se sentó a mi lado y tomó mi mano izquierda.
Limpié mis mejillas y traté de sonreír a manera de agradecimiento por haberse preocupado por mí.
-No Gaby… no es nada…-murmuré desviando la mirada y traté de aclarar mi garganta.
-No puedes ocultarme nada… te conozco muy bien… tú no lloras por nada…-respondió pasando un brazo por mis hombros y juntando nuestras cabezas.-Sé que estás preocupada, creo que todos nosotros lo estamos, no estas sola… no temas demostrar tus sentimientos…
-Es difícil hacerlo… no quiero causarles molestias…-le respondí avergonzada-Además… me preocupan demasiado mis padres, debía verlos hacía una hora, no he podido comunicarme con ellos… -Pasé una mano por mi cabello y lancé un suspiro-Todo esto me saca de mis casillas…
-Lo sé Beth… en verdad no entiendo cómo no nos dicen nada, merecemos saber que ocurre…-argumentó Gaby mientras se ponía de pie.-Pero es momento de irnos a otro lado, Fernanda de estaba buscando, está preocupada por ti…
-Si vamos… pero ¡No le digas que me viste llorando por favor!-le pedí levantándome y tratando de sonreír de una manera más convincente.
En este momento siento un poco de vergüenza al haberme mostrado tan débil si aún era el inicio de esta pesadilla, ahora no puedo siquiera darme el lujo de querer derramar una sola lágrima. Me rió de aquella niñita ingenua que se asustaba si veía una araña cerca….Pero ya me estoy desviando de mi relato, tantas noches sin poder dormir me hacen sentirme aturdida…
Regresamos al aula después de caminar hacia las mesitas de ajedrez, pues era el camino más corto hacia el lugar en donde dormiríamos.
Alcé la mirada hacia la ventana del H-103 y pude notar la silueta de Fernanda que al parecer no se había percatado de que la mirábamos. Gaby me jaló del brazo para llevarme hacia el interior del aula, con esto logró que nuestra amiga reaccionara y se dirigiera hacia la puerta con el celular en la mano, tal parecía que estaba escuchando música, cuando nos vio sonrió aliviada y esperó a que nos acercáramos a ella.
-¿Encontraste algo nuevo?-me preguntó tratando de leer mi rostro.
-Emm no… sólo me topé con Saúl…-le informé entre dientes al recordar que no se llevaban muy bien.-Al parecer todos están igual de informados que nosotras…
-Mejor estudiemos algo… así podremos distraernos de todo esto…-nos pidió llevándonos a una esquina posterior-Veamos…¿ les parece bien Biología?
Gaby y yo nos miramos confundidas, no esperábamos esa reacción de nuestra amiga ante la situación en la que nos encontrábamos pero decidimos seguir su idea sabiendo que si la contradecíamos resultaríamos perjudicadas.
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